16 de junio de 2011

PRE-TEXTOS


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No conseguía conciliar el sueño
cuando todavía me lo ocultabas.
Yo volvía a interrogarte,
insistía.
Y tras cientos de preguntas,
que de una forma u otra esquivabas,
me lo dijiste.
Entonces una sonrisa de alivio
se dibujó en mi cara.
- Ah, ¡era eso!-
Ahora podría dormir.
_______ Mi poesía no te gustaba.


   Con este poema comienza una de mis intervenciones en Poesía Última 2008, justamente la de mi itinerario poético. Ando ordenando y clasificando mi pequeña biblioteca (por aquello de la mudanza) y entre muchos libros he encontrado los de las diferentes Actas de este ciclo de poesía que se hacía cada año en la Fundación Rafael Alberti, ya desaparecida. Participé varios años pero en el 2008 fui como ponente, entre otros, y las actas se recogen en esta publicación:
Poesía Última - Actas 2008. Fundación Rafael Alberti, 2008 (9788493565220).
Buscando en él mis intervenciones, me he sentado a leer (así nunca termino de ordenar las estanterías) y he encontrado ESTO que quiero compartir con vosotros, todavía me gusta este símil:

(...)
Cada poeta podría tratarse como un árbol .

Las raíces serían las bases de la poesía, como hemos visto en al conferencia inaugural: qué es y qué no es poesía.
Las raíces alimentarían ala persona. haciéndola crecer como poeta, formándose así el tronco del árbol, que es el poeta mismo. Las ramas son cada una de sus variantes poéticas que toca cada poeta (desde estilos de escritura hasta estilos de difusión).
Una vez que le poeta-árbol esté preparado, florecerá.
Las flores son el objeto de intercambio a primera escala (con otros poetas, con familiares y amigos), muestras tus obras en plena ebullición. Con la polinización se obtendría un enriquecimiento y por lo tanto una mejora para el propio poeta.
Una vez que la flor es fecundada, se forma el fruto y cuando éste, la obra, esté ya maduro pasará a ser objeto de intercambio a segunda escala con los lectores que tomarán tu obra, la probarán, la degustarán, la trocearán y harán con ella lo que les plazca.
(...)

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MODE: intentando arreglar un poqui el desastre de apartamento.

ESCUCHANDO: La sirena de un colegio cercano (¿recreo?)

IMAGEN:   Portada del libro en cuestión

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Libaremos la miel de tus cerezas, rojas o negras, según el grado de maduración. No hay más que hambre y poetas que nos den de comer.

iNDigEstA dijo...

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. . . Anónimo:
Unas veces demasiada comida, otras veces demasiados cocineros.